Hace tiempo, en una reunión, nos explicaron un mito para entender porque no nos sentimos miembros de la familia donde nacemos. Y si es bien cierto, que muchos de nosotros nos damos cuenta que nuestras inquietudes, carácter, y personalidad no congenian con nuestros más allegados. Pues bien, va de lo siguiente... Tal y como nos contaron, los niños vienen de París y los trae la cigüeña. Nosotros estábamos destinados a una familia, con parecidos asombrosos, inquietudes y hobbies, resulta que la señora cigüeña se despistó, iba tan distraída que nos caímos, dejándonos en la familia equivocada. Y claro, una vez entregado, no es un paquete con devolución...
Es muy curioso como en el refranero popular, canciones tradicionales, los cuentos y fábulas, el ser humano se ha intentado perpetuar la sabiduría ancestral. Aún me acuerdo de la primera vez que leí a Clarissa Pinkola Estés en "Las mujeres que corren con lobos", como explicaba éste suceso, como de generación en generación nos pasábamos la información para que no se olvidara. (Magnífico libro, muy recomendado).
Pues bien, ni la cigüeña, ni por costumbre... bajo mi punto de vista en que el Universo es perfecto y todo está dónde tiene que estar, mi opinión, en base de porque no encajamos en la familia que nacemos (sea de sangre o adopción) es la siguiente.
Los seres que nacemos en una familia, nacemos con todo el "paquete" completo. Heredamos genética, pero también todo lo "intangible", con ésto me refiero que en el árbol hay alegrías, pero también hay desgracias (traumas y frustraciones por ejemplo), hay proyectos de vida pero también proyecto sentido (el motivo por el que tus padres te concibieron, si lo hay, bioneuroemoción). Y es que los que nacemos normalmente venimos a "limpiar" todo lo que los de antes no han sido capaces, o no han podido en su momento.
Con ésto quiero compartir, que nuestros padres, abuelos y bisas no son malvados, cada uno tiene una historia heredada del que precedió. No somos nadie para juzgar la vida de nadie, y si bien tuvimos el valor de venir a vivir ésta vida, os aseguro que aceptamos con seguridad lo que acontecía, porque antes de encarnar pactamos todo de antemano, lección y maestro. Sólo depende de nosotros aceptar el reto (tomar consciencia) o ignorarlo (más tarde o temprano volverá a resurgir, y quizás más fuerte que el primero). Ánimo, todos tenemos que aceptar, comprender y tomar consciencia, sólo se saborea la victoria cuándo se consigue por méritos propios.
Mil gracias Universo, y gracias a ti por leerme.

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