martes, 30 de agosto de 2016

"Sueña y serás libre de espíritu, Lucha y serás libre en la vida" Che Guevara.

Hoy me desperté con un impulso interno, una frase se repetía en mi cabeza y vibraba en mi corazón... "Sueña grande y Vive intenso", y es que realmente cuando no entiendes nada, pero sabes que todo está donde tiene que estar, solo te ocupas de vivir el momento.

Nosotros necesitamos una chispa, motor, anhelo, motivación, ilusión y en los sueños está la semilla que puede germinar y desencadenar toda esa energía renovadora.Tal y como somos energía, podemos vaciarnos y llenarnos, bloquearnos o estancarnos, y esto es lo mismo. Al crear con la mente ponemos en funcionamiento, en esta maravilla universal energética, atrayendo lo que necesitamos para conseguir nuestros sueños. Da igual que sueñes pequeño, grande o negativo... todo viene de camino.

Recuerdo hace unos meses como anhelaba un proyecto, que hoy en día tengo entre manos... y no ha podido suceder de una forma más impactante, bonita y perfecta. Yo soñé, atraje y como el tiempo no existe... ahora estoy viviendo toda esa maravillosa creación con un gozo espectacular. 

No importa lo que sueñes, tampoco importa lo que quieras, te llegará simplemente lo que te mereces. Si no te sientes merecedor, llegarán a tu vida experiencias de decadencia y de trabajo personal, personas que te demuestren que no te mereces. Por el contrario, si te respetas, te amas y te sientes merecedor de una vida plena y consciente, todo confabulará para que lo vivas bajo el respeto, el amor y el merecimiento de ser feliz.

Así que nunca dejes de soñar, crear y amarte, todo lo demás déjaselo a quien sabe. Me siento agradecida, dichosa y consciente. Gracias, gracias, gracias. ¡Lucha! Merece la pena, lo sé.

Mil gracias Universo y gracias a ti por leerme.




jueves, 18 de agosto de 2016

"Cuándo comienza a soplar el viento, unos corren a esconderse mientras otros construyen molinos de viento" Proverbio asiático.

En poco más de un mes, la vida puede cambiar mucho, yo diría que solo hacen falta unas horas para que el cambio sea inminente. 

Estamos acostumbrados a llevar el control de todo, quienes debemos ser, las acciones que debemos tomar, la imagen que tenemos que dar a los demás; como ser la mejor compañera de trabajo, la mejor amante, la mejor amiga, la mejor hija... (en masculino también, pero carezco de ese género personalmente jajaja). Estamos tan obsesionados por lo que los demás tienen que reconocernos, que no somos conscientes del gran esfuerzo y desgaste que tenemos. Sin haber nombrado las artimañas que algunos ingeniamos: paranoias, mentiras, conspiraciones, manipulaciones... Todo para mantener un "control de todo".

Y es que no hay nada más "correcto" que darse golpes en el pecho intentando que los demás observen cuanto nos esforzamos por ser los mejores, sin darnos cuenta que todo ese magnánimo esfuerzo no hace sino esconder una gran carencia... amor hacia nosotros mismos (inseguridad, desconfianza, etc). Si realmente nos amamos y sabemos lo que valemos, no tendremos que demostrar a nadie nuestra valía constantemente.

Cuándo aparece una oportunidad de cambio, todo es incierto, dudamos, nos amedrentamos tanto que nos "cagamos de miedo" (para que andarse con rodeos), y es que todo lo que sea salir de nuestro estado de confort nos produce pavor. 

La verdadera fortaleza de las personas no radica en sufrir más o menos, tener más o menos tolerancia al dolor... no, definitivamente la fortaleza humana es y se nutre de la seguridad a la hora de enfrentarse a un reto o problema y afrontarlo como una nueva oportunidad de crecimiento personal. Sea una enfermedad, muerte, una pérdida de trabajo, una ruptura amorosa... La paciencia, prudencia, tesón, calma, fe, paz, tolerancia, respeto... etc, son muchos de los pilares de amor hacia uno mismo que pueden ayudar a soportar ese cambio.

Cada persona reacciona de una forma distinta a una oportunidad así, en función a sus experiencias, trabajo personal, autoestima, y dependiendo en el momento en el que se encuentre en la vida. Ya que no reaccionará igual una persona que haya pasado por un momento intenso donde se haya quedado bloqueado, que una persona que se haya dado cuenta que no tiene nada que perder. 

Al final, las experiencias, la madurez y todas las vivencias a las que estamos sometidos, nos apoyan y ayudan a entender que cuanto menos esperes de la vida y mas dispuesta estés a recibir lo que te mereces, mayor recompensa tendrás. Ya que... ¿para que conformarse con menos si te mereces ser feliz? Por el hecho de estar vivos es un derecho inalienable. En nuestra mano está querer recibirlo o no. 

¿Quieres hacerte feliz o quieres seguir siendo tu víctima? Somos nuestro peor enemigo pero a la vez somos la llave que puede abrir todas las nuevas oportunidades de ascenso. Solo nosotros tenemos derecho a elegirlo, y es igual de legítima cualquier opción. 

Y ahora me voy a buscar madera para construir mi molino de viento, te animo a hacer el tuyo.

Mil gracias Universo y gracias a ti por leerme.