sábado, 13 de mayo de 2017

"Donde no falta voluntad siempre hay un camino" J. R. R. Tolkien.

En numerosas ocasiones el ser humano se encuentra en circunstancias desagradables, frustrantes, oprimentes, etc. La realidad es que solo estamos en cambio constante, en evolución, aprendizaje, cambiamos a cada minuto. Al igual que cambia nuestro cuerpo físico necesitamos también un cambio mental y emocional (por no hablar del posible cambio espiritual o de fe). Es muy importante que tengamos claro primero, que el ser humano se compone de un todo y segundo que todos necesitamos creer en algo, mínimo aunque sea en nada. 

Lo primero en base a mi experiencia me explotó en las manos cuando me di cuenta que solo estaba prestando atención a una segmentación de mi ser, ya que había olvidado mi ser espiritual. Como persona me he dado cuenta que la ausencia de fe, motivos para vivir, o perdida del sentido y porqué de la vida afecta a todos los demás estados, sino en el momento, a largo plazo. Por eso creo que es más beneficioso que haya creencias y religiones, que dirijan al individuo al colectivo donde se sienta hermanado, aunque a lo largo de su vida decida reconducirse a otra vertiente espiritual, como es mi caso... a nunca encontrar una fe o doctrina donde encaje. En mi caso hice mi propio "collage" de creencias, desechando las que no me servían o con las que no "sentía" ninguna empatía o simplemente no vibraban conmigo.
He hablado de fe o doctrina, pero igualmente no creer nada o creer en la ciencia, puede servir igualmente. Hoy en día hay un gran segmento de la población bastante perdido en ese sentido, de forma que muchos grupos radicales aprovechan esa "perdida del sentido" para embarcarlos en sus extremos, como por ejemplo el colectivo de terroristas que ni siquiera daré nombre, otros son reclutados por sectas, donde les prometen la vida eterna (por ejemplo), cuando lo único que buscan es cariño, amor y hermandad para llegar a una felicidad y estas organizaciones los separan de todo lo que realmente podrá hacerlos felices, buscando darles un reconocimiento para que se sientan unidos a alguien.
Me atrevería a decir que todo individuo tiene un conjunto de creencias desde que comienza su aprendizaje dadas por la familia y la sociedad, unas más útiles que otras, en las que se basa todo su desarrollo posterior, y es ahí dónde cada ser más tarde o temprano experimenta momentos de lucidez y realidad confrontadas con ellas. No es que sea ni bueno ni malo, es necesario que el individuo tenga aptitudes, cambios y luchas, porque solo así puede encontrar un camino fiel así mismo.

La segunda parte que es creer en algo, es por el vacío en el que nos encontramos. Perdemos el valor y el coraje muchas veces por intentar siempre lo mismo, cuando lo que nos falta es perspectiva. Muchas veces una fe sana más que cualquier cosa, otras veces es solo un sentir, una sensación de unión con algo... sea una persona, la naturaleza o el cosmos. Hay distintos niveles de consciencia, por eso cada persona tiene derecho a experimentar por si mismo el camino sea terreno o espiritual, con sus equivocaciones. Yo antes tendía a intentar ayudar, y la verdad que no sé ni porqué, pero me he dado cuenta que simplemente era mi experiencia a vivir, nadie puede ser ayudado sin que pida ayuda, al igual que nadie debería ser el salvador de nadie, ya que la única persona que salva a otra es uno mismo. Es cierto que el amor reconforta, nos puede dar momentos de realidad que quizás no vamos buscando y que duelen, pero es mejor tener una realidad dura para "abrir los ojos" que darte cuenta de el tiempo que has podido perder, ajeno a esa realidad, ya bien dormido o porque uno mismo se niega a ver la realidad.
Así que yo siempre animo a buscar, buscar información, enriquecerte con personas, vivencias, viajes, libros, películas o cualquier forma que pueda darte el empuje necesario para conocerte, ya que todo lo que buscamos fuera más tarde o temprano nos dará la realidad de lo que tenemos dentro. En momentos duros hay que tener templanza, paciencia y no perder la voluntad, ya que en el camino para bien o para mal ya estamos, solo falta seguir con fe en nosotros, y buscar las respuestas dentro. 

En momentos de peor ánimo, yo siempre intento acercarme al amor, ya bien sea con las personas que amo, convivir en la naturaleza o simplemente convivir conmigo misma, ya que soy la única capaz de ayudarme y agradeciendo pertenecer a este bello juego que es la vida, donde se puede tocar el cielo viviendo en la tierra, y ser terrenal disfrutando de la conexión del universo, donde podríamos estar mejor...  "Gracias, gracias, gracias"

Mil gracias Universo, y gracias a ti por leerme.






jueves, 16 de marzo de 2017

"Si quieres entender a una persona, no escuches sus palabras, observa su comportamiento" Albert Einstein

Hoy me ha tocado enfadarme, sacar mi ira, y cabrearme... Y es que realmente no entiendo que a  mi ignorancia no la termina de arrancar mi coherencia. Estoy cansada de escuchar falsos compromisos, y falsas relaciones que no van a nada. Así que no me queda de otra que mirarme en que no me comprometo conmigo misma, ya que mis hermanos me recuerdan que mi realidad exterior es la falta de compromiso.
Yo recuerdo que hace unos años, que simplemente me cambiaran planes o llegaran tarde me molestaba y me hacía entrar en modo "diablo de tasmania" pero... ¡esto parece más de lo mismo! 
¿Tan difícil es comprometerse con uno mismo, en que nuestra palabra sea solo una, y llevar a cabo en lo que nos comprometemos? 
Reconozco mi realidad, y observo con paciencia que hay algo más, algo que tengo que superar, aprender y "aceptar"... pero como tengo mi "derecho al pataleo" ¡hoy estoy furiosa!
No es suficiente con las pequeñas "putaditas" con las que me enfrento día a día, el no conseguir encontrar mi sitio, el sentirme más perdida que "el barco el arró"... ¡NO! a eso se le suman las realidades que llevo experimentando este tiempo, de personas que se comprometen en hacer algo, y luego no hacen nada... ¿tan difícil es ser un poquito más coherente para que estemos todos un poquito más relajados?
Sé que es fácil enfadarse, y que lo realmente difícil es elegir la persona, las palabras y el momento adecuado, por eso en mi experiencia he sabido posponer según que charlas pendientes, para relaciones en que las palabras que se puedan decir no son las adecuadas, básicamente porque no es para tanto y no soy de hacer daño gratuito... Pero cuando una persona en mis zapatos encuentra muchos impedimentos, y empiezan a afectarle según que comportamientos, yo termino la relación por lo sano, no sin antes hablar las cosas.
A mi me causa molestia realmente, que hoy en día se vaya al interés, se cuente con el tiempo de los demás como si no fuese importante, y a última hora cambien a su conveniencia. Vivimos una era de la inmediatez, el placer rápido, y lo que realmente me preocupa... no le damos importancia a la palabra ni a las personas que se prestan y están ahí por nosotros.
Me gustaría hacer una llamada a la coherencia, la empatía y empezar a pensar un poquito en lo que los demás pueden sentir por nuestra acciones, palabra y circunstancias. Deberíamos recordar algo tan esencial como "no hagas al otro lo que no te gustaría que te hiciesen". Ésta era está llena de superficialidad y vacía de entidad, del ser y estar, de poder contar con alguien cuando realmente necesitas ayuda, apoyo y amor.
Y sí, estoy en uno de esos días que mandaría al carajo a más de un@, y lo he hecho vamos... y me he quedado muy a gusto¡¡ Debemos aprender a poner límites, no dejar que nos usen, es conveniente saber decir NO, ya que todo lo que se hace se puede convertir en obligación por el mero hecho de hacerlo, y si no lo haces te conviertes en el "malo"... A mi me ha pasado, y sinceramente, alguien que te trate así, y no recuerde todo lo bueno que haces, no merece pertenecer a tu día a día, sino te aprecia porque nosotros tenemos un valor infinito, al igual que cualquiera de nuestros hermanos.

Mil gracias Universo y mil gracias a ti por leerme.