martes, 8 de octubre de 2019

"El amor y la compasión son necesidades, no lujos. Si faltaran, la humanidad no podría sobrevivir" Dalai Lama.


Una vez leí, que hay muchas formas de experimentar la fortuna, ya que hoy en día somos más materialistas y pensamos que alguien con fortuna tiene una gran suma de dinero, fama o poder, o todo junto. No soy quién para quitar el mérito a nadie que haya conseguido todo lo que tiene y se sienta afortunado, pero yo me considero menos material y mi fortuna se basa más en aspectos menos tangibles de mi vida. Depende de nuestra forma de ver la vida: una sonrisa, un ascenso o que te toque la lotería te hará sentirte afortunado (o en ésta época, tener un trabajo -cínicamente hablando-).

Despierta mi lado compasivo que muchos de nosotros tengamos que tener una vida material y/o familiar perfecta, para no apreciarla, y que tan solo perdiéndola tengamos nostalgia, porque una vez la tuvimos y ya no. Y más aún, cuando gozamos de una salud perfecta y que la perdamos o experimentemos una circunstancia traumática, para así llegar a considerar la vida como un gran regalo (como lo que es realmente). Y hablo por mi propia experiencia, porque gracias a haberlo experimentado me he dado cuenta de lo importante que puede llegar a ser, ser consciente.

Egoístamente hablando, dando amor y compasión uno experimenta una expansión sin límites a todos los niveles. Yo personalmente he sentido como mi ser vibra a unos niveles muy difícil de explicar. Ya que todo lo que proyectas fuera, es lo que tienes dentro, y todo lo que haces por los demás, lo haces por ti, es un ciclo de constante flujo de amor universal. 

Justo hoy he comenzado a terminar mis borradores después de una charla entretenida con una buena amiga, la cual me confirmaba en base a su experiencia que el amor romántico que nos venden en las películas tiene una explicación científica. No hay amor más verdadero e incondicional que el materializado y cosechado por uno mismo por la vida, día a día, paso a paso, sorbo a sorbo. Hay que vivir la vida con pequeños momentos, con minutos de calidad, con personas que nos potencian, enriquecen y porque no... nos quieran de la forma en que sepan. El amor romántico que todos buscan y nadie encuentra está envasado en la confianza, la complicidad, el respeto, y el trabajar día a día para que no se marchite, por eso es tan difícil conservarlo.

Las relaciones personales nos enseñan, nos muestran lo perdidos o alejados que estamos de nosotros mismos, por eso en una relación no hay que volcar el universo, ni ser un satélite, hay que compartir pero sin forzar, sin querer cambiar al otro, aceptando y dejando fluir lo que tenga que ser. No hay mayor bendición que el esfuerzo que hace el otro por mostrarnos, con todo el cariño que pueda hacerlo, pero al fin y al cabo no debe ser fácil para nadie, por eso se hace, porque es necesario vivirlo en nuestros zapatos para ver lo equivocados que pudimos o no estar, pero no deja de ser un juego en el que nos enredamos a diario, ya que hemos venido a jugar. 

Vamos a amarnos más, ser más coherentes con lo que sentimos, pensamos y hacemos, ya que ese será el camino a la paz, y esa paz nos llenará de amor por la vida, ese amor que quizás olvidamos por el camino de vez en cuando. Canta, ríe, baila, llora, grita, descansa, viaja, abraza más a los que quieres y sonríe a cualquier extraño, para mi ese es el primer paso del camino hacia el amor.

Mil gracias Universo, y gracias a ti por leerme.




sábado, 13 de mayo de 2017

"Donde no falta voluntad siempre hay un camino" J. R. R. Tolkien.

En numerosas ocasiones el ser humano se encuentra en circunstancias desagradables, frustrantes, oprimentes, etc. La realidad es que solo estamos en cambio constante, en evolución, aprendizaje, cambiamos a cada minuto. Al igual que cambia nuestro cuerpo físico necesitamos también un cambio mental y emocional (por no hablar del posible cambio espiritual o de fe). Es muy importante que tengamos claro primero, que el ser humano se compone de un todo y segundo que todos necesitamos creer en algo, mínimo aunque sea en nada. 

Lo primero en base a mi experiencia me explotó en las manos cuando me di cuenta que solo estaba prestando atención a una segmentación de mi ser, ya que había olvidado mi ser espiritual. Como persona me he dado cuenta que la ausencia de fe, motivos para vivir, o perdida del sentido y porqué de la vida afecta a todos los demás estados, sino en el momento, a largo plazo. Por eso creo que es más beneficioso que haya creencias y religiones, que dirijan al individuo al colectivo donde se sienta hermanado, aunque a lo largo de su vida decida reconducirse a otra vertiente espiritual, como es mi caso... a nunca encontrar una fe o doctrina donde encaje. En mi caso hice mi propio "collage" de creencias, desechando las que no me servían o con las que no "sentía" ninguna empatía o simplemente no vibraban conmigo.
He hablado de fe o doctrina, pero igualmente no creer nada o creer en la ciencia, puede servir igualmente. Hoy en día hay un gran segmento de la población bastante perdido en ese sentido, de forma que muchos grupos radicales aprovechan esa "perdida del sentido" para embarcarlos en sus extremos, como por ejemplo el colectivo de terroristas que ni siquiera daré nombre, otros son reclutados por sectas, donde les prometen la vida eterna (por ejemplo), cuando lo único que buscan es cariño, amor y hermandad para llegar a una felicidad y estas organizaciones los separan de todo lo que realmente podrá hacerlos felices, buscando darles un reconocimiento para que se sientan unidos a alguien.
Me atrevería a decir que todo individuo tiene un conjunto de creencias desde que comienza su aprendizaje dadas por la familia y la sociedad, unas más útiles que otras, en las que se basa todo su desarrollo posterior, y es ahí dónde cada ser más tarde o temprano experimenta momentos de lucidez y realidad confrontadas con ellas. No es que sea ni bueno ni malo, es necesario que el individuo tenga aptitudes, cambios y luchas, porque solo así puede encontrar un camino fiel así mismo.

La segunda parte que es creer en algo, es por el vacío en el que nos encontramos. Perdemos el valor y el coraje muchas veces por intentar siempre lo mismo, cuando lo que nos falta es perspectiva. Muchas veces una fe sana más que cualquier cosa, otras veces es solo un sentir, una sensación de unión con algo... sea una persona, la naturaleza o el cosmos. Hay distintos niveles de consciencia, por eso cada persona tiene derecho a experimentar por si mismo el camino sea terreno o espiritual, con sus equivocaciones. Yo antes tendía a intentar ayudar, y la verdad que no sé ni porqué, pero me he dado cuenta que simplemente era mi experiencia a vivir, nadie puede ser ayudado sin que pida ayuda, al igual que nadie debería ser el salvador de nadie, ya que la única persona que salva a otra es uno mismo. Es cierto que el amor reconforta, nos puede dar momentos de realidad que quizás no vamos buscando y que duelen, pero es mejor tener una realidad dura para "abrir los ojos" que darte cuenta de el tiempo que has podido perder, ajeno a esa realidad, ya bien dormido o porque uno mismo se niega a ver la realidad.
Así que yo siempre animo a buscar, buscar información, enriquecerte con personas, vivencias, viajes, libros, películas o cualquier forma que pueda darte el empuje necesario para conocerte, ya que todo lo que buscamos fuera más tarde o temprano nos dará la realidad de lo que tenemos dentro. En momentos duros hay que tener templanza, paciencia y no perder la voluntad, ya que en el camino para bien o para mal ya estamos, solo falta seguir con fe en nosotros, y buscar las respuestas dentro. 

En momentos de peor ánimo, yo siempre intento acercarme al amor, ya bien sea con las personas que amo, convivir en la naturaleza o simplemente convivir conmigo misma, ya que soy la única capaz de ayudarme y agradeciendo pertenecer a este bello juego que es la vida, donde se puede tocar el cielo viviendo en la tierra, y ser terrenal disfrutando de la conexión del universo, donde podríamos estar mejor...  "Gracias, gracias, gracias"

Mil gracias Universo, y gracias a ti por leerme.






jueves, 16 de marzo de 2017

"Si quieres entender a una persona, no escuches sus palabras, observa su comportamiento" Albert Einstein

Hoy me ha tocado enfadarme, sacar mi ira, y cabrearme... Y es que realmente no entiendo que a  mi ignorancia no la termina de arrancar mi coherencia. Estoy cansada de escuchar falsos compromisos, y falsas relaciones que no van a nada. Así que no me queda de otra que mirarme en que no me comprometo conmigo misma, ya que mis hermanos me recuerdan que mi realidad exterior es la falta de compromiso.
Yo recuerdo que hace unos años, que simplemente me cambiaran planes o llegaran tarde me molestaba y me hacía entrar en modo "diablo de tasmania" pero... ¡esto parece más de lo mismo! 
¿Tan difícil es comprometerse con uno mismo, en que nuestra palabra sea solo una, y llevar a cabo en lo que nos comprometemos? 
Reconozco mi realidad, y observo con paciencia que hay algo más, algo que tengo que superar, aprender y "aceptar"... pero como tengo mi "derecho al pataleo" ¡hoy estoy furiosa!
No es suficiente con las pequeñas "putaditas" con las que me enfrento día a día, el no conseguir encontrar mi sitio, el sentirme más perdida que "el barco el arró"... ¡NO! a eso se le suman las realidades que llevo experimentando este tiempo, de personas que se comprometen en hacer algo, y luego no hacen nada... ¿tan difícil es ser un poquito más coherente para que estemos todos un poquito más relajados?
Sé que es fácil enfadarse, y que lo realmente difícil es elegir la persona, las palabras y el momento adecuado, por eso en mi experiencia he sabido posponer según que charlas pendientes, para relaciones en que las palabras que se puedan decir no son las adecuadas, básicamente porque no es para tanto y no soy de hacer daño gratuito... Pero cuando una persona en mis zapatos encuentra muchos impedimentos, y empiezan a afectarle según que comportamientos, yo termino la relación por lo sano, no sin antes hablar las cosas.
A mi me causa molestia realmente, que hoy en día se vaya al interés, se cuente con el tiempo de los demás como si no fuese importante, y a última hora cambien a su conveniencia. Vivimos una era de la inmediatez, el placer rápido, y lo que realmente me preocupa... no le damos importancia a la palabra ni a las personas que se prestan y están ahí por nosotros.
Me gustaría hacer una llamada a la coherencia, la empatía y empezar a pensar un poquito en lo que los demás pueden sentir por nuestra acciones, palabra y circunstancias. Deberíamos recordar algo tan esencial como "no hagas al otro lo que no te gustaría que te hiciesen". Ésta era está llena de superficialidad y vacía de entidad, del ser y estar, de poder contar con alguien cuando realmente necesitas ayuda, apoyo y amor.
Y sí, estoy en uno de esos días que mandaría al carajo a más de un@, y lo he hecho vamos... y me he quedado muy a gusto¡¡ Debemos aprender a poner límites, no dejar que nos usen, es conveniente saber decir NO, ya que todo lo que se hace se puede convertir en obligación por el mero hecho de hacerlo, y si no lo haces te conviertes en el "malo"... A mi me ha pasado, y sinceramente, alguien que te trate así, y no recuerde todo lo bueno que haces, no merece pertenecer a tu día a día, sino te aprecia porque nosotros tenemos un valor infinito, al igual que cualquiera de nuestros hermanos.

Mil gracias Universo y mil gracias a ti por leerme.


martes, 15 de noviembre de 2016

"A veces perder es ganar, y no encontrar lo que se busca es encontrarse" Alejandro Jodorowsky.

Hoy quiero compartir MI sentido de la orientación perdido, MI no saber que está pasando, MI "me importa todo un carajo", MI lo tenía todo perfectamente "controlado" y ahora soy incapaz de controlar nada, etc.
No es la primera vez que me pasa, y es que confieso que llevo una racha de "sobrecontrol" en todo, y eso pasa factura. Cuando nos sometemos a periodos de desgaste, necesitamos periodos de "soltar" el control. El otoño es el periodo perfecto para ello, es un periodo de transición entre el cálido y acelerado verano contra el periodo metálico y de calma invernal. 
Hay que fluir con las estaciones, permitir que los cambios se produzcan, aceptar la situación actual, entregarse en comunión con uno... Y es que en el periodo de más incertidumbre, es donde se fraguan los cambios para poder seguir en evolución interna. Reconozco que no tengo apego por nada, si hay que ir se va, si hay que romper relaciones, circunstancias o empresas, que se produzca, me llena de gozo.
Hoy siento que todas las ilusiones, energía y tesón en conseguir las metas y proyectos que se están cumpliendo, han dado su fruto, que hay que reinventarse día a día, pero sin olvidar la coherencia interna. Saber interpretar las señales físicas, mentales y emocionales es importante para perseguir y conseguir la coherencia pero sin juzgar. El juicio te somete a un bucle sin fin, de crítica y victimismo. Por eso hoy puedo decir: "me siento perdida, pero me da igual, acepto el regalo que hoy se me da, y no voy a luchar contra mi, me entrego a lo que acontece, espero pacientemente y con fe los cambios que se avecinan". Quizás pueda sonar negativo, quizás pueda parecer que me he rendido... Pero es todo lo contrario, acepto que mi energía, y mi cambio se produce para dar a luz a algo mayor, algo enriquecido, merecido, sea cuál sea el objetivo o misión personal, lo acepto.

Así que cuando tengas que parar, para, pero solo para recuperar aliento y seguir en el flujo universal, la vida sigue. No te aferres al movimiento frenético, tal solo respira, sigue respirando, sin forzar nada, relaja tu cuerpo, oye tu respiración, como tu sangre es bombeada por tu corazón sin que tú hagas nada, y entonces entenderás que vivir es el mayor regalo que podemos tener, conecta con la tierra, con el sol, e incluso con el movimiento de las olas, somos materia con la chispa esencial, úsala para dar el rumbo a tu ser, no para ponerte obstáculos

Mil gracias Universo, y gracias a ti por leerme.



martes, 30 de agosto de 2016

"Sueña y serás libre de espíritu, Lucha y serás libre en la vida" Che Guevara.

Hoy me desperté con un impulso interno, una frase se repetía en mi cabeza y vibraba en mi corazón... "Sueña grande y Vive intenso", y es que realmente cuando no entiendes nada, pero sabes que todo está donde tiene que estar, solo te ocupas de vivir el momento.

Nosotros necesitamos una chispa, motor, anhelo, motivación, ilusión y en los sueños está la semilla que puede germinar y desencadenar toda esa energía renovadora.Tal y como somos energía, podemos vaciarnos y llenarnos, bloquearnos o estancarnos, y esto es lo mismo. Al crear con la mente ponemos en funcionamiento, en esta maravilla universal energética, atrayendo lo que necesitamos para conseguir nuestros sueños. Da igual que sueñes pequeño, grande o negativo... todo viene de camino.

Recuerdo hace unos meses como anhelaba un proyecto, que hoy en día tengo entre manos... y no ha podido suceder de una forma más impactante, bonita y perfecta. Yo soñé, atraje y como el tiempo no existe... ahora estoy viviendo toda esa maravillosa creación con un gozo espectacular. 

No importa lo que sueñes, tampoco importa lo que quieras, te llegará simplemente lo que te mereces. Si no te sientes merecedor, llegarán a tu vida experiencias de decadencia y de trabajo personal, personas que te demuestren que no te mereces. Por el contrario, si te respetas, te amas y te sientes merecedor de una vida plena y consciente, todo confabulará para que lo vivas bajo el respeto, el amor y el merecimiento de ser feliz.

Así que nunca dejes de soñar, crear y amarte, todo lo demás déjaselo a quien sabe. Me siento agradecida, dichosa y consciente. Gracias, gracias, gracias. ¡Lucha! Merece la pena, lo sé.

Mil gracias Universo y gracias a ti por leerme.




jueves, 18 de agosto de 2016

"Cuándo comienza a soplar el viento, unos corren a esconderse mientras otros construyen molinos de viento" Proverbio asiático.

En poco más de un mes, la vida puede cambiar mucho, yo diría que solo hacen falta unas horas para que el cambio sea inminente. 

Estamos acostumbrados a llevar el control de todo, quienes debemos ser, las acciones que debemos tomar, la imagen que tenemos que dar a los demás; como ser la mejor compañera de trabajo, la mejor amante, la mejor amiga, la mejor hija... (en masculino también, pero carezco de ese género personalmente jajaja). Estamos tan obsesionados por lo que los demás tienen que reconocernos, que no somos conscientes del gran esfuerzo y desgaste que tenemos. Sin haber nombrado las artimañas que algunos ingeniamos: paranoias, mentiras, conspiraciones, manipulaciones... Todo para mantener un "control de todo".

Y es que no hay nada más "correcto" que darse golpes en el pecho intentando que los demás observen cuanto nos esforzamos por ser los mejores, sin darnos cuenta que todo ese magnánimo esfuerzo no hace sino esconder una gran carencia... amor hacia nosotros mismos (inseguridad, desconfianza, etc). Si realmente nos amamos y sabemos lo que valemos, no tendremos que demostrar a nadie nuestra valía constantemente.

Cuándo aparece una oportunidad de cambio, todo es incierto, dudamos, nos amedrentamos tanto que nos "cagamos de miedo" (para que andarse con rodeos), y es que todo lo que sea salir de nuestro estado de confort nos produce pavor. 

La verdadera fortaleza de las personas no radica en sufrir más o menos, tener más o menos tolerancia al dolor... no, definitivamente la fortaleza humana es y se nutre de la seguridad a la hora de enfrentarse a un reto o problema y afrontarlo como una nueva oportunidad de crecimiento personal. Sea una enfermedad, muerte, una pérdida de trabajo, una ruptura amorosa... La paciencia, prudencia, tesón, calma, fe, paz, tolerancia, respeto... etc, son muchos de los pilares de amor hacia uno mismo que pueden ayudar a soportar ese cambio.

Cada persona reacciona de una forma distinta a una oportunidad así, en función a sus experiencias, trabajo personal, autoestima, y dependiendo en el momento en el que se encuentre en la vida. Ya que no reaccionará igual una persona que haya pasado por un momento intenso donde se haya quedado bloqueado, que una persona que se haya dado cuenta que no tiene nada que perder. 

Al final, las experiencias, la madurez y todas las vivencias a las que estamos sometidos, nos apoyan y ayudan a entender que cuanto menos esperes de la vida y mas dispuesta estés a recibir lo que te mereces, mayor recompensa tendrás. Ya que... ¿para que conformarse con menos si te mereces ser feliz? Por el hecho de estar vivos es un derecho inalienable. En nuestra mano está querer recibirlo o no. 

¿Quieres hacerte feliz o quieres seguir siendo tu víctima? Somos nuestro peor enemigo pero a la vez somos la llave que puede abrir todas las nuevas oportunidades de ascenso. Solo nosotros tenemos derecho a elegirlo, y es igual de legítima cualquier opción. 

Y ahora me voy a buscar madera para construir mi molino de viento, te animo a hacer el tuyo.

Mil gracias Universo y gracias a ti por leerme.




jueves, 30 de junio de 2016

"El comienzo de la sabiduría es el silencio" Pitágoras

Cuando te levantas un día de esos, a punto de que algo dentro de ti cambie, de que todo lo comprendas sin entender nada, de que no hagan falta palabras para aclarar ni solucionar nada, desde que te das cuenta de que todo está en el justo sitio y momento... sientes una sensación de plenitud, paz y calma interna que no es comparable más que a un abrazo de un ser luminoso de pureza deliciosa.

No hay separación alguna, no hay bien ni mal, no hay distancias, no hay diferencias, todo se mueve empujado por una cuchara de madera en un caldero a fuego lento. Solo hay matices, colores, olores, texturas y sensaciones maravillosas que nos hacen deleitarnos de lo maravillosa que es esta vida terrenal en la que estamos inmersos.

Así que una vez más agradeciendo las personas que aparecen y las que se van, gracias a todas porque hacen que la vida sea intensa, plena y auténtica. Siento que empieza un gran periodo de abundancia en la que me voy a sentir inmersa de experiencias sanas y enriquecedoras, se acerca el fin de una edad y abrazo ya la llegada del siguiente cumpleaños, y eso que antes odiaba cumplir años... ahora experimento siempre un gozo puro de renovación, evolución y de apertura a nuevas oportunidades para enriquecerme y que mi alma se expanda de amor y compasión. De momentos de comprensión y de compartir con mis semejantes todo el amor que sea posible generar.

Mil gracias Universo y gracias a ti por leerme.