Hay días en la vida, que uno recapitula circunstancias o vivencias y se da cuenta de lo maravillosa que es la vida. Todos los momentos con estado de ánimo bajo o con una moral más decaída o sensible son pruebas de la vida para demostrarte y recordarte lo inmenso que eres y a la vez lo insignificante que puedes llegar a ser...
En el universo somos un puntito, una mota de polvo... pero en el corazón de un ser querido ocupamos un lugar muy grande... Pero ése lugar no se ocupa por derecho, cuándo uno ocupa un lugar grande en la vida de alguien hay varias pautas que se asocian. Cuándo entras en la vida de alguien, sea por casualidad o sincronía o por ley, hay unas vivencias que al compartirlas te hacen con las personas afines un lazo invisible de amor y comprensión. Si vives malos o buenos momentos es lo de menos, pero si es cierto que en los malos momentos es cuándo se conocen de verdad a las personas, con sus demonios, miedos y traumas. La cuestión es... con sus virtudes y defectos, ¿qué elegir? ¿nos quedamos con ellos o no?...
En base a mis creencias, las personas que nos encontramos en la vida son seres que ya hemos conocido en otras vidas, y pactamos nuestro reencuentro para nuestra evolución... ya sea mediante el dolor, alegría, placer, compasión... Hay una frase que me encanta, y es que gracias a ella entiendo porque sufrir no es necesario, aunque duela... la felicidad es una decisión individual. "Tu mayor maestro es tu último mayor error".
Todos cometemos errores, es de humano equivocarse, una y otra vez. Lo que si es cierto es que no es lo mismo superar ésos momentos sólo o rodeado de gente que te quiere. He comprobado una y otra vez, que por más malos momentos que hay el universo te pone siempre las personas adecuadas para superarlo, y es que en los peores momentos es cuando se conocen personas impresionantes, maravillosas, honestas, generosas, con unos principios y una ética intachables.
Yo agradezco a todas las personas que han pasado por mi vida todo lo que me han brindado, personas que ya no tengo en la agenda por las razones que sean... pero aún estoy más orgullosa y agradecida a los que aún se quedan, los que resisten a mi lado mis malos momentos, porque reconozco que no soy fácil de llevar, y por eso sólo puedo darles las gracias, por su amor incondicional y su soberana paciencia por aguantarme los berrinches. Gracias por crecer juntos, de la mano, en sincronía y con amor... que básicamente es lo más importante.
Mil gracias universo, y gracias a ti por leerme.