A menudo tenemos la sensación de que perdemos más de lo que pensamos que tenemos, que depositamos una fe o una energía en un propósito, una persona, una relación o cualquier acontecimiento basándonos en nuestras ilusiones, deseos, experiencias o simplemente... porque nos gusta soñar despiertos.
La sensación de vacío que produce el "causa-efecto" suele ser devastador, en relación a las esperanzas que se han depositado. Cuantas más experiencias, más vacíos, y más heridas abiertas hay, o con suerte... cicatrices, más conscientes somos de lo poco que entendemos la vida. Mi definición de vida es un conjunto de decisiones, ilusiones, experiencias, gratitud, esperanza, amor, armonía, alegría, apetito, claridad, conocimiento... en definitiva, conocerse a uno mismo y estar en paz. Creo que cuanto más creemos en la separación de todo, cuanto más dormidos estamos, cuanto menos conscientes de quien somos, cuanto más juzgamos (a los demás y a nosotros mismos), cuanto más exigimos a la vida... más lejos estamos de disfrutarla, porque la vida realmente es vivirla feliz por derecho.
Dudo que hayamos venido a éste mundo, plano o momento a sufrir. Creo que hay que aprender del dolor, si... pero para liberar lastre, conocernos, y poder vibrar en una armonía de conexión mayor. Ya que tanto la luz, como el bien y la paz, están en todos nosotros. Lo único que nos falta para experimentarlas es darnos cuenta que su ausencia es la causante de la oscuridad, el mal y la incertidumbre.
He conocido personas temerosas, indecisas, frustradas, sin autoestima, con miedo a que descubran su oscuridad o sus defectos... pero es que realmente, todos tenemos una oscuridad que alumbrar, un defecto que compartir y un miedo que afrontar. Tal vez lo que necesitamos es una "chispa" para que todo el engranaje se ponga en funcionamiento, pero cuando comienza... ya no se puede parar, solo se puede amar la vida, amarse uno mismo, y no conformarse con alguien que te quiera menos, de lo que te quieres tú mismo, cuándo has perdido el miedo a perder, te has rendido y estás dispuesto a recibir todo lo que te mereces por derecho.
Es maravilloso soñar, amar, oler el mar, escuchar un bosque, sentir el sol o la brisa, oler la tierra mojada, un abrazo cálido, una sonrisa sincera de esas que te llenan, porque te sonríen con el alma... sentir la conexión de todo, la unión, la satisfacción de conseguir algo con esfuerzo y perseverancia...
Si todo es tan simple, y lo único que nos falta es un poco de valentía para conseguir que las esperanzas no creen vacío... ¿porqué realmente luchamos tanto, y cuando conseguimos algo ansiamos algo más? Sencillo... no te nutre el alma, solo te creas una necesidad y cuando la satisfaces de forma efímera, vuelves a sentir vacío porque realmente buscamos llenar el vacío de amor con algo que lo sustituya, porque ni te amas a ti mismo ni te crees merecedor de la felicidad.
Así que agradece cada día, perdónate si en algún momento consideras que hay que pedir perdón, pero descubre lo mejor, no hay nada que perdonar. Todo forma parte de esta gran ilusión, así que disfruta, canta, ríe, baila, ama, come... y no dejes de dar vueltas, mientras aguantes de pie (esto último me salió de Enrique Bunbury). Éste es mi granito de esperanza, el que necesitaba y comparto.
Mil gracias Universo y gracias a ti por leerme.