jueves, 30 de junio de 2016

"El comienzo de la sabiduría es el silencio" Pitágoras

Cuando te levantas un día de esos, a punto de que algo dentro de ti cambie, de que todo lo comprendas sin entender nada, de que no hagan falta palabras para aclarar ni solucionar nada, desde que te das cuenta de que todo está en el justo sitio y momento... sientes una sensación de plenitud, paz y calma interna que no es comparable más que a un abrazo de un ser luminoso de pureza deliciosa.

No hay separación alguna, no hay bien ni mal, no hay distancias, no hay diferencias, todo se mueve empujado por una cuchara de madera en un caldero a fuego lento. Solo hay matices, colores, olores, texturas y sensaciones maravillosas que nos hacen deleitarnos de lo maravillosa que es esta vida terrenal en la que estamos inmersos.

Así que una vez más agradeciendo las personas que aparecen y las que se van, gracias a todas porque hacen que la vida sea intensa, plena y auténtica. Siento que empieza un gran periodo de abundancia en la que me voy a sentir inmersa de experiencias sanas y enriquecedoras, se acerca el fin de una edad y abrazo ya la llegada del siguiente cumpleaños, y eso que antes odiaba cumplir años... ahora experimento siempre un gozo puro de renovación, evolución y de apertura a nuevas oportunidades para enriquecerme y que mi alma se expanda de amor y compasión. De momentos de comprensión y de compartir con mis semejantes todo el amor que sea posible generar.

Mil gracias Universo y gracias a ti por leerme.





jueves, 23 de junio de 2016

"No cualquiera se vuelve loco, esas cosas hay que merecerlas" Julio Cortázar.

Hoy me levanté con una canción en la cabeza, con una sensación mezclada de abatimiento y rendición, y una palabra en la cabeza necio. Recordé una frase que durante mucho tiempo he oído, "solo los necios se adentran corriendo, cuando los ángeles pasan sin pisar"... Nos esmeramos tanto en conseguir lo que creemos que merecemos que no nos damos cuenta que perdiendo se gana más que consiguiendo lo que queremos.

Perdemos perspectiva, perdemos relaciones, perdemos trabajo, perdemos salud, perdemos... cualquier cosa que considerábamos que teníamos, y como nos tienen adiestrados a que quien no gana, es un perdedor creamos una culpa, un dolor, una frustración, un vacío, un desconsuelo, etc. Hacemos castillos en el aire y cuando realmente el castillo desaparece nuestra fe depositada, gastada nos hace creer que hemos sido unos locos, necios, ignorantes y una sarta de adjetivos de exigencia con castigo que realmente no sirve para nada. 

Pues llegado a este punto, solo tengo una palabra: aprendizaje. Todo en la vida cambia, todo va y viene, las personas, el cielo, el mar y lo más importante, uno mismo. Vivimos sometidos a tanta intensidad de emociones y competencia, lucha por conseguir todo lo mejor que nos olvidamos de agradecer. En este mundo de ilusión que nada es real creamos unas realidades, fantaseamos con éxito cuando por el simple hecho de nacer ya somos merecedores de la felicidad. 

Perder es ganar, y siempre ganaremos. Experiencia, vivencias, hasta heridas... esas cicatrices de haber aprendido. ¿Cómo podemos saber que el fuego quema sino nos hemos quemado? Y es que todo forma parte de un todo, no hay nada que de una forma inconsciente no hayamos elegido, atraído o creado. Necesitamos sentirnos amados y útiles... pero sobre todas las cosas necesitamos saber que estamos vivos y que mejor forma de experimentarlo que en base a los errores.

Sería una necia más si tratara con superficialidad los errores humanos, el hambre y la violencia y dolor generado en los más débiles y desfavorecidos, pero como dijo una vez Enric Corberá, "si le das credibilidad a la enfermedad de tu hermano, la estás haciendo real". Así que hoy rompo una lanza a favor de la locura, los necios y la vida absurda... ya no quiero preocuparme, prefiero ocuparme de vivir el presente y ser feliz con lo único que tengo... a mi misma. Nos merecemos decidir, saltar, bailar, reír y vivir cada momento como si fuera lo único que existiese, porque la vida está para vivirla intensamente.

Da igual lo que pierdas, sin verlo, estás ganando. Cuando una ventana se cierra se abre tres puertas enormes de oportunidades maravillosas, solo hay que tener la serenidad y confianza en que uno hace todo lo que está en su mano en el momento presente. 

¿Qué mas da equivocarnos en una decisión? ¿para qué tanto castigo, sufrimiento y exigencia cuándo no conseguimos lo que queríamos? ¿Por qué tanto miedo al fracaso? Pues muy sencillo, nuestra mente controladora necesita mantenernos a ralla, manipulados y si puede ser sometidos a no resaltar. Y es muy sencillo entenderlo, de la misma forma que los gobiernos no quieren unos habitantes cultos porque es mucho más fácil manejar personas analfabetas y miedosas, nuestra mente hace lo mismo con nosotros mismos.

Mil gracias Universo y gracias a ti por leerme. 




Feliz Litha.

martes, 21 de junio de 2016

"Nunca una noche ha vencido un amanecer, y nunca un problema ha vencido a la esperanza" Bern Williams.

A menudo tenemos la sensación de que perdemos más de lo que pensamos que tenemos, que depositamos una fe o una energía en un propósito, una persona, una relación o cualquier acontecimiento basándonos en nuestras ilusiones, deseos, experiencias o simplemente... porque nos gusta soñar despiertos.

La sensación de vacío que produce el "causa-efecto" suele ser devastador, en relación a las esperanzas que se han depositado. Cuantas más experiencias, más vacíos, y más heridas abiertas hay, o con suerte... cicatrices, más conscientes somos de lo poco que entendemos la vida. Mi definición de vida es un conjunto de decisiones, ilusiones, experiencias, gratitud, esperanza, amor, armonía, alegría, apetito, claridad, conocimiento... en definitiva, conocerse a uno mismo y estar en paz. Creo que cuanto más creemos en la separación de todo, cuanto más dormidos estamos, cuanto menos conscientes de quien somos, cuanto más juzgamos (a los demás y a nosotros mismos), cuanto más exigimos a la vida... más lejos estamos de disfrutarla, porque la vida realmente es vivirla feliz por derecho.

Dudo que hayamos venido a éste mundo, plano o momento a sufrir. Creo que hay que aprender del dolor, si... pero para liberar lastre, conocernos, y poder vibrar en una armonía de conexión mayor. Ya que tanto la luz, como el bien y la paz, están en todos nosotros. Lo único que nos falta para experimentarlas es darnos cuenta que su ausencia es la causante de la oscuridad, el mal y la incertidumbre. 

He conocido personas temerosas, indecisas, frustradas, sin autoestima, con miedo a que descubran su oscuridad o sus defectos... pero es que realmente, todos tenemos una oscuridad que alumbrar, un defecto que compartir y un miedo que afrontar. Tal vez lo que necesitamos es una "chispa" para que todo el engranaje se ponga en funcionamiento, pero cuando comienza... ya no se puede parar, solo se puede amar la vida, amarse uno mismo, y no conformarse con alguien que te quiera menos, de lo que te quieres tú mismo, cuándo has perdido el miedo a perder, te has rendido y estás dispuesto a recibir todo lo que te mereces por derecho.

Es maravilloso soñar, amar, oler el mar, escuchar un bosque, sentir el sol o la brisa, oler la tierra mojada, un abrazo cálido, una sonrisa sincera de esas que te llenan, porque te sonríen con el alma... sentir la conexión de todo, la unión, la satisfacción de conseguir algo con esfuerzo y perseverancia...

Si todo es tan simple, y lo único que nos falta es un poco de valentía para conseguir que las esperanzas no creen vacío... ¿porqué realmente luchamos tanto, y cuando conseguimos algo ansiamos algo más? Sencillo... no te nutre el alma, solo te creas una necesidad y cuando la satisfaces de forma efímera, vuelves a sentir vacío porque realmente buscamos llenar el vacío de amor con algo que lo sustituya, porque ni te amas a ti mismo ni te crees merecedor de la felicidad.

Así que agradece cada día, perdónate si en algún momento consideras que hay que pedir perdón, pero descubre lo mejor, no hay nada que perdonar. Todo forma parte de esta gran ilusión, así que disfruta, canta, ríe, baila, ama, come... y no dejes de dar vueltas, mientras aguantes de pie (esto último me salió de Enrique Bunbury). Éste es mi granito de esperanza, el que necesitaba y comparto.

Mil gracias Universo y gracias a ti por leerme.